¿Pasas horas frente a la pantalla y al final del día sientes molestias en la espalda o el cuello?
No estás solo. La forma en que nos sentamos ha cambiado radicalmente con la llegada de las nuevas tecnologías, y como profesionales que trabajamos en la oficina o en casa, somos especialmente vulnerables a posturas inadecuadas que pueden afectar nuestra salud y rendimiento.
Para entender a fondo este problema, un equipo de expertos llevó a cabo un estudio global de la postura en seis continentes. Observaron a más de 2,000 personas en una variedad de situaciones, desde trabajar en una oficina hasta relajarse en casa. El descubrimiento fue revelador: las nuevas tecnologías y los hábitos de uso han dado lugar a ocho nuevas posturas que, combinadas con las ya conocidas, no están siendo abordadas de manera efectiva por las sillas y soluciones de asiento tradicionales.

Tips para una postura saludable en el trabajo
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Espalda recta, pero no rígida: Mantén tu espalda apoyada contra el respaldo de la silla. Los hombros deben estar relajados, no encorvados.
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Pies bien apoyados: Asegúrate de que tus pies estén firmemente plantados en el suelo o en un reposapiés. Esto ayuda a estabilizar la parte inferior del cuerpo.
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Codos a 90 grados: Los brazos deben formar un ángulo de 90 grados al escribir o usar el mouse. Esto reduce la tensión en los hombros y muñecas.
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Pantalla a la altura de los ojos: El borde superior de tu monitor debe estar al nivel de tus ojos. Esto evita que tengas que inclinar la cabeza hacia arriba o hacia abajo, previniendo el dolor de cuello.
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Descansos regulares: Por más inmerso que estés en el trabajo, levántate y estírate cada hora. Unos minutos de movimiento pueden hacer una gran diferencia.
¿Cómo aprovechar al máximo tu silla ergonómica?
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Altura de la silla: Tus pies deben estar completamente apoyados en el suelo y tus rodillas deben formar un ángulo de 90 grados.
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Soporte lumbar: Ajústalo para que se adapte perfectamente a la curva de tu espalda baja.
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Reposabrazos: La altura debe permitir que tus codos formen un ángulo de 90 grados, manteniendo los hombros relajados.
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Distancia de la pantalla: El borde superior de tu monitor debe estar a la altura de tus ojos para evitar inclinar la cabeza.
Al adoptar estas prácticas, no solo cuidarás tu salud a largo plazo, sino que también notarás una mejora en tu concentración y productividad. Una postura correcta te permite trabajar más tiempo con mayor comodidad y sin distracciones.
¡Tu cuerpo te lo agradecerá y tu trabajo lo demostrará!